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-Izquierda Socialista convoca para el 21 en Granada su Asamblea Andaluza, abierta a militantes y simpatizantes

-Las bases delPSOE desconfían de la democracia interna del partido y reclaman un mayor poderde decisión

-El 82% de los encuestados abogan por la separación de cargos orgánicos e institucionales

DOMINGO, 11 DE DICIEMBRE DE 2011 

El «barómetro de las bases», la encuesta realizada enInternet por el movimiento «Bases en Red» publicada ayer, desvela que losmilitantes y simpatizantes del PSOE no se sienten identificados con la actualdirección del partido. Eduardo Madina es el dirigente mejor valorado y lacorriente Izquierda Socialista despierta las mayores simpatías.

Casi 2300 personas, de las que un 64 % afirman sermilitantes, han respondido la encuesta virtual realizada en Internet por elmovimiento Bases en Red, cuyos resultados se hicieron públicos ayer. Ellehendakari Patxi López, el líder de los socialistas extremeños, GuillermoFernández Vara y el de los madrileños, Tomás Gómez, son los secretarios defederaciones regionales que reciben mayor apoyo entre los encuestados, mientrasque el joven diputado Eduardo Madina es el dirigente mejor valorado.

De los precandidatos a la secretaria general del PSOE,los encuestados manifiestan sus preferencias por la catalana Carme Chacón, conun 26 %, frente a Alfredo Pérez Rubalcaba, que obtiene un 18 %, aunque unsignificativo 56 % de los que han respondido a las 16 preguntas del sondeomarcaron la opción “otros”. Alfonso Guerra, que en las pasadas eleccionesencabezó, junto a la de Barcelona, una de las dos únicas listas provincialesganadoras, es el favorito para presidir el partido con el 55 %, mientras queManuel Chaves, que ocupa actualmente ese cargo y ha manifestado públicamente sudeseo de permanecer en el mismo, sólo obtiene un 4 % de apoyo.

 Laencuesta, una iniciativa surgida de un grupo de militantes del PartidoSocialista de Madrid integrados en el movimiento Bases en Red, se conformaba de16 preguntas, y para participar se han pedido algunos datos de interés como laedad, si se es o no militante o simpatizante del PSOE, y en su caso, laagrupación a la que se pertenece y la dirección de correo electrónico delencuestado, si bien eran datos que no era obligatorio facilitar. “En laelaboración de las preguntas han participado personas con experiencia en estetipo de estudios”, afirmó uno de los responsables de su elaboración a DiarioProgresista. “Está muy trabajada”, y, aunque por su formato y el tiempo querequiere cumplimentarla en su totalidad confían en que los que hayan participadosean realmente militantes y simpatizantes del PSOE, “siempre cabe la posibilidadde que algunas personas malintencionadas también hayan participado con intenciónde manipular los resultados”, aunque consideran que la desviación en ese caso nosería significativa.

 IZQUIERDA SOCIALISTA, LA CORRIENTE MEJORVALORADA

 El“barómetro de las bases” preguntaba por las distintas sensibilidades dentro delpartido socialista, a las que se pedía valorar de 1 a 5. Izquierda Socialista,la única corriente formalmente constituida, obtiene la mejor nota, un 3,2,seguida de los llamados renovadores que se identifican con el ex presidente delGobierno Felipe González con un 2,9, y los ‘guerristas’, con un 2,8. La ‘nuevavía’ de José Luis Rodríguez Zapatero no llega al aprobado al obtener sólo un 2,3de nota y los peor situados son los ´socialcristianos´ de José Bono, que sóloreciben un 1,5.

 Losresultados de la encuesta abogan por la separación de responsabilidades entre ladirección del partido y los cargos públicos, que es reclamada por un 82 % de losque han participado, y un 45 % opina que, “en periodos de gobierno”, lasecretaria general y la Presidencia del Gobierno deberían ser ocupadas pordistintas personas.

Otros datos de interés resultante del estudio son ladesconfianza de los encuestados respecto de las formas de acceso a los puestosde responsabilidad del partido, cargos públicos y candidaturas, como ya adelantóDiario Progresista. El “Barómetro de las Bases” también desvela que unimportante número de militantes y simpatizantes consideran poco acertadas y pocodemocráticas las decisiones adoptadas por la dirección federal del PSOE, y queen esta se encuentran poco representadas las distintas sensibilidades delpartido y se tiene poco en cuenta el sentimiento de las bases.

La iniciativa demoscópica lanzada por el movimientoBases en Red ha obtenido una importante respuesta en todo el territorio nacionaldesde que se conoció su existencia en las redes sociales. Las comunidades en lasque se han registrado el mayor número de participantes han sido Andalucía,Madrid y Valencia. De las personas que han respondido el cuestionario, un 64 %afirman ser militantes del PSOE, y el 40 % restante se identifican comosimpatizantes y votantes del partido.

      A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, A LOS AFILIADOS Y SIMPATIZANTES DEL PSOE.

        CONVOCATORIA DE ASAMBLEA DE IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA-PSOE.

La Coordinadora de Izquierda Socialista de Andalucía-PSOE convoca  a todos los miembros de esta corriente de opinión a una ASAMBLEA GENERAL  para debatir los puntos que se indican en esta propuesta:

FECHA:   Miércoles,  21 de Diciembre   a las  18:00 horas.

LUGAR:  Granada.  Sede del PSOE. c/ Torre de la Pólvora, 22 (Junto a salida para la Zubia)

ORDEN DEL DÍA:

                        1) Informe Coordinadora Federal
                        2) Debate situación política (Presentación de documentos).
                        3) IS-PSOE Andalucía ante los procesos congresuales.
                        4) Cuestiones organizativas
                        5) Varios
Por cuestiones logísticas y de espacio del local, se ruega a todos los Coordinadores Provinciales,  compañeros  afiliados y  simpatizantes que quieran asistir, tanto adheridos con derecho a voz y voto como los invitados que pudiesen estar interesados,  que se pongan en contacto con sus Coordinadores provinciales o directamente con algún Coordinador de Andalucía que suscribe.  Rogamos confirmación de asistencia antes del próximo día 18  en que cerraremos el censo.

Fraternales saludos socialistas.

COORDINADORA DE ANDALUCIA DE IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE

PACO AGUILAR. (Teléfono: 606.552.336)

MIGUEL MANZANARES SALCEDO.  (Teléfono:  690.852.812)

JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS.  (Teléfono:  629.232.886)

 

CLAUDI PÉREZ/EL PAÍS – Madrid – 13/11/2011

Que 20 años no es nada: hace 20 años se desató una crisis en Japón cuyo parecido con la que viven ahora EE UU, la eurozona y, sobre todo, España es inquietante. Japón venía de una época deslumbrante en la que parecía que iba a comerse el mundo. Pero la economía cabalgaba a lomos de una burbuja enorme, inmobiliaria y de crédito, que explotó en 1990. Desde entonces, sus políticos han intentado aplicar todo tipo de curas sin apenas éxito. «El diagnóstico fue equivocado», explica en Madrid el influyente Richard Koo, economista jefe del banco de inversión Nomura. «No supimos ver que el país estaba aquejado de una rara enfermedad económica que se da una vez en un siglo, muy parecida a la que afronta ahora casi todo el Atlántico Norte, cuyas autoridades demuestran a diario que no han aprendido nada de la experiencia japonesa. Las consecuencias para Japón fueron dos décadas perdidas; si Europa persiste en su pésima gestión, le queda por delante década y media de crisis», pronostica el que quizá sea el economista japonés más influyente.

«Si Alemania busca bajar el déficit con austeridad, tendrán lo contrario»

El diagnóstico erróneo, en Europa, es pensar que esta es una crisis fiscal. Falso: la crisis empezó en el sector inmobiliario estadounidense y se transformó en una tormenta financiera global. Y sigue siendo una crisis bancaria, que ha acabado contagiando a la economía (el cierre del grifo del crédito degeneró en desempleo y recesión) y a las cuentas públicas (castigadas por las ayudas a la banca y los costes del Estado de bienestar en pleno desplome económico). Ha contagiado incluso una suerte de aluminosis al edificio institucional europeo, incapaz de mostrarse resolutivo en unos rescates que parecen más diseñados para salvar a los bancos que para ayudar a los países con problemas. Las entidades financieras, en especial las alemanas, están cargadas de activos tóxicos (y de deuda pública, que va camino de alcanzar ese estatus). En España, la toxicidad procede de un empacho de ladrillo. Pero Berlín y Bruselas están convencidos de que la crisis es esencialmente fiscal, y que el remedio es una sobredosis de ajustes vía BCE, FMI, reformas constitucionales, lo que sea. «Es un completo disparate», ataca Koo.

Porque esa cura no funciona para el virus europeo, según la tesis de Koo. Especialmente en España. «Imaginemos un país con una enorme burbuja: al estallar, las empresas y familias se quedan cargadas de deudas, y por mucho que los tipos de interés bajen a mínimos la gente se olvida de gastar y las empresas de invertir: la obsesión es reducir deudas. Lo mismo les pasa a los bancos: no prestan, se dedican a desendeudarse. Sucedió en Japón y ahora ocurre en Occidente: esa enfermedad se llama recesión de balance».

En esas condiciones, cuando la demanda privada es anémica, cuando ni siquiera hay crédito, solo el sector público puede dar un volantazo para evitar la agonía. Así lo hizo Japón en los noventa, y el mundo entero tras la quiebra de Lehman. «Esa reacción suele ser automática. Luego llega lo difícil, el momento del pánico: en 1997 Japón cometió un error fatal, se asustó del abultado déficit en un país envejecido, estancado, sobreendeudado: ¿suena familiar? Entonces puso en marcha un duro plan de austeridad y subió impuestos: ¿también le suena? Y eso dio paso a una recesión profunda y al colapso de la banca: eso aún no le suena, pero le va a sonar». EE UU, sostiene Koo, aún no se ha asustado tanto, pero Europa es otra historia: «Esas curas de austeridad que receta Alemania son contraproducentes». «Si querían reducir el déficit, van a tener lo contrario: una recesión como la que viene es la mejor manera de que la crisis fiscal empeore. Sin estímulos, a Europa le espera una larga temporada de atonía y a España dos décadas perdidas a la japonesa».

El discurso de Koo es casi sacrílego en Europa. La réplica es de cajón: no hay margen para gastar. Koo dispara contra el dogma: «La deuda japonesa está en el 200% del PIB, la estadounidense y británica en máximos, y en cambio los intereses que pagan esos países son bajísimos. Hay una razón: los ciudadanos tienen miedo, ahorran mucho y compran deuda pública: por eso los intereses son mínimos y aún hay margen para el estímulo». Europa y su crisis fiscal morrocotuda parecen una excepción. Koo discrepa: «La única diferencia es que al compartir el euro, el ahorro de los españoles vuela a Alemania, el país más seguro y sin riesgo de tipo de cambio. Gran parte del ahorro europeo va a los bonos alemanes, que paga intereses irrisorios. ¿Qué hace Alemania con ese dinero? Nada de nada. Pero quizá eso cambie: la recesión les va a golpear. Van a tener que gastar».

«La lluvia de liquidez sobre la banca no sirve: la política monetaria es inútil. Hay que volver a los estímulos fiscales. Y anunciar que se va a impedir, en el plazo de unos años, que los ciudadanos de un país inviertan en la deuda de otro país europeo. De esa manera la deuda de cada país será proporcional al ahorro interno y eso impedirá cosas raras». ¿Habla de controles de capital en el mercado de deuda? «No es realista a corto plazo, pero si Grecia, Italia y España anuncian que van a poner en marcha esas restricciones en 10 años y Bruselas hace lo necesario, tendríamos una posibilidad de ver una salida».

Koo reclama también ayudas sin condiciones para los bancos: «Hay que darles tiempo y dinero para que se quiten la basura de los balances y no cierren el crédito». Pero Trichet dice que la ciudadanía no está preparada para aceptar una segunda ronda de ayudas a la banca. «Pues ese era su trabajo: convencer a la gente de que eso es imprescindible. Trichet debió ser despedido por no hacer su trabajo», dispara.

¿Y España? «Si el próximo Gobierno sigue con los recortes la recesión será muy dura, el paro crecerá y el déficit aumentará. Mirar solo las cuentas públicas no es suficiente: hay que ver lo que sucede en el sector privado, que está tratando de reducir deuda a toda costa. Si el sector público también lo hace, la cosa se complica». La respuesta está en una Europa menos atrapada por los prejuicios. «Hay que suavizar los ajustes, arreglar los bancos y hacer que quienes tienen margen estimulen su economía. Alemania se benefició durante años de la política económica europea. Cuando peor le iba, la eclosión de sus exportaciones no se dirigió hacia Asia ni EE UU, sino hacia Europa. Es el momento de que los alemanes devuelvan a los europeos el favor que les hicieron cuando las cosas les iban mal, cuando disfrutaron de tipos bajos y de la flexibilidad que ahora ellos no conceden a sus socios».

Koo no es precisamente un optimista. Excepto con China: «Los chinos han comprendido los problemas mejor que nadie. En 2009 pusieron en marcha uno de los paquetes de estímulo más ambiciosos y mejor orientados del mundo. Luego siguieron con ellos: son una dictadura, gracias a ello se lo pueden permitir». Mientras Europa y EE UU discuten de riesgo moral, de Keynes y Hayek, de estímulos y austeridad cargados de dogmas, «China está a otra cosa». «A quienes advierten de una burbuja hay que decirles que los chinos nos pueden dar lecciones de realismo», cierra. A la Europa contemporánea construida con esa extraña mezcla de creencias cristianas y dudas griegas, que decía Polanyi, hay que añadirle ahora ciertas dosis de realismo chino y las enseñanzas de la experiencia japonesa para recuperar el aliento. Al menos, así lo ve Richard Koo.

En corrida matinal y con lleno hasta la bandera -30.000 espectadores, segun datos de la empresa- hicieron el paseillo en Sevilla los primeros espadas, Felipe González «Niño de Bellavista», Arfonso «dale Caña» Er Guerra, y Alfredo Rubalcaba «Rubichi de Cantabria» para lidiar reses de Por la Patilla, astifinos y amorcillaos en tablas. Aunque resultaron memorables las faenas de los diestros, produjo admiración la que Er Guerra, que hacía su reaparición, realizó al quinto -que no lo hay malo- y que le valió abrir la del Príncipe.

El G20 – la cumbre de los gobiernos más poderosos del mundo – se va a reunir en las próximas horas para discutir la crisis económica global y, ¿quién está patrocinando la reunión? ¡Bancos y corporaciones privadas!

Ahora se entiende por qué la sede de la cumbre – la ciudad francesa de Cannes – está completamente cerrada a los ciudadanos de a pie, mientras que los bancos y los ejecutivos de las grandes corporaciones tienen tickets de libre acceso para decirles a nuestros gobiernos lo que deben hacer.

Las corporaciones y los bancos han tomado el control de nuestros gobiernos, obteniendo rescates millonarios después de haber contribuido a causar la crisis actual. Ahora están comprando su presencia en la cumbre del G20, la reunión clave en la que podría decidirse el futuro financiero del planeta. Pero juntos podemos persuadir al presidente de la cumbre Nicolas Sarkozy a que cancele los acuerdos de patrocinio. Levantemos una protesta masiva que genere una tormenta en los medios de comunicación y obligue a Sarkozy a limpiar la Cumbre y expulsar a los patrocinadores corporativos del G20. Firma la petición ahora y reenvíala a todo el mundo:

http://www.avaaz.org/es/occupy_g20/?vl

La línea divisoria entre el poder de las corporaciones y nuestros gobiernos se ha hecho cada vez más borrosa, socavando nuestras democracias y nuestras economías. Los políticos aceptan el dinero de las corporaciones para financiar sus campañas, y al ser elegidos, adoptan políticas que recompensan a sus patrocinadores. Al finalizar su mandato, acceden a cargos con salarios estratosféricos al servicio de dichas corporaciones. Esto se llama corrupción, así de simple. 

Ahora resulta que el banco francés Société Générale, que ya ha recibido un rescate con dinero público y que tiene un interés personal en la política financiera de Europa, es uno de los sponsors oficiales de la Cumbre del G20. Fuentes internas nos han confirmado que este banco, junto con otras 20 corporaciones, han pagado enormes sumas de dinero como patrocinadores a fin de obtener un asiento en la misma mesa en la que se reunirán nuestros gobiernos.

La única manera que tenemos de asegurar la adopción de políticas que protejan el empleo, frenen a los especuladores, y garanticen un futuro justo para todos nosotros, comienza por echar a los grupos de lobby y aislar a nuestros líderes de la influencia de las grandes corporaciones. Digámosle a Sarkozy y al resto de los líderes que su futuro político depende de lo que hagan ahora para librarse de los poderosos patrocinadores y de ponerle fin de una vez por todas a la captura de nuestros gobiernos por parte de las corporaciones. Firma esta petición y envíala a todos tus conocidos:

http://www.avaaz.org/es/occupy_g20/?vl

 La crisis económica global es, en gran parte, el resultado de la acción temeraria de bancos y especuladores, quienes gradualmente lograron liberarse de cualquier regulación eficaz por parte de nuestros gobiernos. Esta captura de los gobiernos por parte de intereses privados constituye la mayor amenaza en la actualidad tanto para nuestra democracia, como para nuestra lucha por un sistema económico eficiente y justo. En todo el mundo, los ciudadanos estamos saliendo a la calle para recuperar el control de nuestras democracias. Hoy, empecemos por el G-20.

Con esperanza y determinación.

Más Información:

G20: Cannes se Blinda ante la Cumbre (El Diario):
http://eldiario.com.uy/2011/11/02/g20-cannes-se-blinda-ante-cumbre/

Agenda oficial de la Cumbre del G20 en Cannes, con el logo de los patrocinadores al final de la página web (G20 – sitio web en inglés):
http://www.g20-g8.com/g8-g20/g20/english/news/news/programme-of-the-g20-cannes-summit.1509.html

Rosell encabeza la delegación española del ‘lobby’ empresarial del G20 (Economía Digital):
http://www.economiadigital.es/es/notices/2011/11/rosell_encabeza_la_delegacion_espanola_del_lobby_empresarial_del_g20_23810.php

G20: Protestas a favor de la gente no de los bancos ni mercados (Univisión):
http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-11-01/g20-protestas-a-favor-de

Indignados del mundo toman de manera simbólica el Banco LCL en Francia (Telesur):
http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/99781-NN/indignados-del-mundo-toman-de-manera-simbolica-el-banco-lcl-en-francia/

PAUL KRUGMAN 25/09/2011
 

Antes, los médicos creían que drenando la sangre de un paciente podían purgar los humores malignos que se pensaba que causaban la enfermedad. En realidad, claro está, sus sangrías solo servían para debilitar más al paciente y hacerlo más propenso a sucumbir.

Afortunadamente, los facultativos ya no creen que sangrar a los enfermos vaya a sanarlos. Desgraciadamente, muchos de los responsables de la política económica siguen creyéndolo. Y la sangría económica no solo está infligiendo un enorme dolor; está empezando a debilitar nuestras perspectivas de crecimiento a largo plazo.

Algunos antecedentes: durante el último año y medio, el discurso político tanto en Europa como en EE UU ha estado dominado por los llamamientos a la austeridad fiscal. Recortando drásticamente el gasto y reduciendo los déficits, nos decían, los países podrían restaurar la confianza e impulsar la recuperación económica.

Y la austeridad ha sido real. En Europa, países con problemas como Grecia e Irlanda han impuesto unos recortes salvajes, al mismo tiempo que países más fuertes han impuesto sus propios programas de austeridad más suaves. En Estados Unidos, el pequeño estímulo federal de 2009 se ha evaporado, mientras que los Gobiernos estatales y locales han reducido drásticamente sus presupuestos, de modo que, sobre todo, hemos tenido en la práctica un movimiento hacia la austeridad no muy diferente del de Europa.

Sin embargo, por extraño que resulte decirlo, la confianza no ha aumentado. Por alguna razón, las empresas y los consumidores parecen mucho más preocupados por la falta de clientes y puestos de trabajo, respectivamente, que tranquilizados por la rectitud fiscal de sus Gobiernos. Y el crecimiento parece estar estancándose, mientras que el paro sigue desastrosamente alto a ambos lados del Atlántico.

Pero, como dicen los apologistas sobre los malos resultados hasta ahora, ¿no deberíamos centrarnos en el largo plazo más que en el sufrimiento a corto plazo? En realidad, no: la economía necesita ayuda real ahora, no compensaciones hipotéticas dentro de una década. En cualquier caso, empiezan a surgir pruebas de que los problemas a corto plazo de la economía -que ya van por el cuarto año y están empeorando por centrarnos en la austeridad- se están cobrando un precio en las perspectivas a largo plazo también.

Fíjense, en concreto, en lo que le está pasando a la base industrial de Estados Unidos. En épocas normales, la capacidad industrial crece un 2% o 3% cada año. Pero enfrentada a una economía persistentemente débil, la industria ha empezado a reducir, no a aumentar, su capacidad productiva. En este momento, según los cálculos de la Reserva Federal, la capacidad industrial es casi un 5% más baja que en diciembre de 2007.

Lo que esto significa es que, en el caso de que finalmente se inicie una recuperación real, la economía se topará con limitaciones en su capacidad y cuellos de botella en la producción mucho antes de lo que debería. Es decir, la debilidad económica, que es en parte consecuencia del recorte presupuestario, está causando daños futuros así como presentes.

Además, la disminución de la capacidad industrial probablemente no sea más que el comienzo de las malas noticias. Probablemente se produzcan unas reducciones de la capacidad similares en el sector de los servicios (de hecho, puede que ya estén produciéndose). Y con un paro de larga duración que ha alcanzado su tasa más alta desde la Gran Depresión, existe un riesgo real de que muchos de los desempleados lleguen a ser considerados imposibles de emplear.

Ah, y las peores consecuencias de esos recortes del gasto público están recayendo en la educación. Por alguna razón, despedir a cientos de miles de profesores no parece una buena manera de conquistar el futuro.

De hecho, cuando se combina la evidencia cada vez mayor de que la austeridad fiscal está minando nuestras perspectivas futuras con los tipos de interés bajísimos de la deuda pública de EE UU, resulta difícil no llegar a una conclusión sorprendente: es muy probable que la austeridad presupuestaria sea contraproducente incluso desde un punto de vista puramente fiscal, porque un crecimiento futuro menor equivale a una recaudación fiscal más baja.

¿Qué debería estar sucediendo? La respuesta es que necesitamos un importante impulso para poner la economía en movimiento, no en alguna fecha futura, sino ya. De momento, necesitamos más gasto gubernamental, no menos, respaldado por unas políticas agresivamente expansivas por parte de la Reserva Federal y sus homólogos extranjeros. Y no son solo los economistas intelectualoides los que dicen esto; los líderes empresariales como Eric Schmidt, de Google, están diciendo lo mismo, y el mercado de los bonos, al comprar deuda estadounidense a unos intereses tan bajos, está de hecho suplicando una política más expansiva.

Y para ser justos, algunos actores políticos parecen captarlo. El nuevo plan de empleo del presidente Obama es un paso en la dirección correcta, en tanto que algunos miembros directivos de la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra -aunque no, es triste decirlo, del Banco Central Europeo- han estado pidiendo políticas mucho más orientadas al crecimiento.

Lo que realmente necesitamos, sin embargo, es convencer a un número considerable de personas con poder o influencia políticos de que se han pasado el último año y medio yendo justamente en la dirección equivocada, y de que tienen que dar media vuelta.

No va a ser fácil. Pero hasta que demos esa media vuelta, la sangría -que está debilitando ahora nuestra economía y minando su futuro al mismo tiempo- continuará. –

Paul Krugman es profesor de la Universidad de Princeton y premio Nobel 2008. Traducción de News Clips.

EL PAÍS | Madrid 31/10/2011

La Organización Internacional del Trabajo ha publicado hoy un informe sobre el mercado laboral mundial en el que ofrece un sombrío panorama. Según las conclusiones de la agencia de las Naciones Unidas, texto que la organización ha hecho coincidir con la celebración en la ciudad francesa de Cannes de la reunión a finales de esta semana del G-20, el grupo de los países más poderosos del globo, las previsiones sobre el final de la crisis se alejan en el tiempo. Asimismo, advierte de que la calidad de vida entre los desarrollados retrocede y aumenta la tensión social ya que, al mismo tiempo que las condiciones empeoran, los bancos siguen ganando más dinero y las empresas no destinan sus beneficios a inversión. Sobre España, asegura que la destrucción de empleo aún no ha tocado fondo y advierte de que el recrudecimiento de la crisis fiscal en Europa retrasará el regreso a los niveles previos al inicio de las turbulencias. A nivel general, si la organización hasta ahora descartaba la recuperación cuatro años, en estos momentos augura que al menos llevará cinco años, hasta 2016.

El informe llama a que se mantengan y, en algunos casos, se fortalezcan los programas a favor del empleo. Sobre este extremo, también advierte de que los esfuerzos por reducir la deuda pública y el déficit, el mantra actual de todas las grandes economías, «con frecuencia se han enfocado de manera desproporcionada en el mercado laboral y en las medidas sociales». Y pone un ejemplo de ello: un aumento del gasto en políticas activas del mercado laboral de sólo 0,5% del PIB podría incrementar el empleo en entre 0,4 y 0,8%, dependiendo del país, España incluida. De manera general, la OIT denuncia que «el adagio según el cual la moderación de salarios lleva a la creación de empleos es un mito». En su lugar, invita a adoptar una estrategia de recuperación integral basada en los ingresos.

En el caso concreto de España, la OIT recuerda que, junto a Irlanda, ha sido el país que más ha sufrido el impacto de la crisis en el mercado de trabajo por culpa de un modelo de crecimiento basado casi exclusivamente en el inmobiliario. Como resultado de ello, el mercado laboral español presenta las necesidades de recuperación del empleo más abultadas de toda la UE con 2,3 millones de puestos de trabajo para volver a los niveles de antes de 2008. En relación a su población, solo Irlanda tiene que realizar un esfuerzo proporcional mayor. Las principales víctimas de este deterioro, recuerda la agencia, han sido los jóvenes y los temporales, que se han visto afectados «de forma desproporcionada», asegura.

Junto a ello, el informe también destaca que Estados Unidos y España son responsables de la mitad de los 13 millones de empleos que necesitan las economías desarrolladas para volver al nivel previo a la crisis.

Con vistas al futuro inmediato, las previsiones que maneja la organización apuntan a que el parón en el crecimiento de las principales economías del mundo podría afectar aún más la situación del desempleo en España. «Los datos confirman esta tendencia, puesto que el número de parados se incrementó en un 3 % en el tercer trimestre de 2011», señala el informe, publicado precisamente tres días después de conocerse que el número de desempleados en España roza los 5 millones, el 21,5% de la población activa. Una situación que, a ojos del organismo, como mínimo es «preocupante».

Echando la vista atrás, entre 2000 y 2008, los «años de bonanza económica», la OIT afirma que el desequilibrio entre la proporción del ingreso nacional acumulado por los factores trabajo y capital, se intensificó. Así, «mientras que la parte de los salarios disminuyó entre 2000 y 2008 en 3,8 puntos porcentuales, la parte del capital aumentó en 0,2 puntos porcentuales. Gran parte del aumento de la renta empresarial se debió al crecimiento desproporcionado de los beneficios del sector financiero, lo que explica también el estancamiento de la inversión productiva en España durante este período», añade.

Para superar la crisis del empleo, la OIT afirma que «España precisa una estrategia integral que cuente, en primer lugar, con un plan de choque para mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes. En segundo lugar, es necesario un ajuste de las políticas en materia de educación, competencias profesionales y formación al nuevo modelo de crecimiento; en tercer lugar, es preciso promover las políticas activas de empleo al tiempo que se presta apoyo adecuado a los desempleados; y en cuarto lugar, se debe continuar con los esfuerzos para reducir la temporalidad, promoviendo la creación de más y mejores empleos».

También aboga por fomentar la inversión productiva y establecer políticas salariales efectivas. «Es necesaria una mejor alineación del crecimiento de los salarios con el crecimiento de la productividad para fomentar la competitividad», asegura el informe antes de señalar que «la efectividad de las políticas de fijación de salarios dependerá, en primer lugar, de los esfuerzos para reducir la inflación (ya que los salarios reales no han sido un obstáculo para la competitividad); y en segundo lugar, de la capacidad para revertir las limitaciones de la negociación colectiva en relación con las prácticas de fijación de salarios».

En el capítulo de consecuencias del fuerte deterioro registrado en el mercado laboral, la OIT afirma que la incapacidad para hacer frente a la crisis del empleo ha dado lugar a un aumento del descontento social. Así, en 2010, el 77% de las personas encuestadas indicó que no estaban satisfechas con la disponibilidad de oportunidades de empleo. Esta misma encuesta muestra que la confianza de los entrevistados en el gobierno nacional había caído de un 48% de aceptación en 2007 a un 30% en 2010.

 

El Ecogrupo, que se reunió ayer, aprobó por fin -estaban postpuestas desde junio pasado- ayudas para Grecia que alcanzarán los 8.000 millones de euros. En la misma reunión y tras los desajustes detectados la pasada semana, el Eurogrupo resolvió ayudas inmediatas a la banca europea por valor de 100.000 millones de euros. Bancos como Santander o BBVA -líderes de la banca española y europea- recibirán parte de esos fondos.

El Eurogrupo desbloquea la ayuda a Grecia

Europa recapitaliza la banca con 100.000 millones de euros

El Santander mete miedo en el mercado inmobiliario y amenaza reventarlo con una «nueva burbuja»

 

El presidente del PP y candidato por esa formación a las elecciones del 20-N ha vuelto a evitar desvelar sus propuestas programáticas en la reunión que, en la mañana del sábado, mantuvo con cerca de 2.000 afiliados y simpatizantes del PP en Salamanca.

Mariano Rajoy, en su peculiar forma de desarrollar su programa de acciones para el gobierno de España ha manifestado textualmente que realizará «una política económica como Dios manda», lo que ha tranquilizado enormemente a la Iglesia y a los miembros mas ortodoxos de su feligresía.

Respecto de otros aspectos de su gestión de gobierno, el presidente del PP ha roto su tradicional opacidad de gallego para manifestar con toda claridad que será «valiente».

Si todavía quiere saber más sobre el programa del PP, puede leerlo aquí

 

JOAQUÍN ESTEFANÍA 10/10/2011

Se multiplican las reuniones bilaterales o multilaterales de los principales líderes mundiales y los jefes de los organismos internacionales para tratar de dar contenidos concretos a la próxima cumbre del G-20 en Cannes, en noviembre, y que no resulte un nuevo fiasco, como las tres anteriores. El centro de atención de los mandatarios es móvil, conforme cambia la naturaleza del problema principal de cada momento; ahora, tres años después, lo más urgente que hay que resolver ya no es la previsible suspensión de pagos de Grecia, sino la sanidad del sistema financiero privado -consecuencia en parte de la primera- con otra tanda de recapitalizaciones (una forma de decir, en un lenguaje políticamente correcto, de nacionalizaciones y socialización de pérdidas).

El empleo debe ser uno de los objetivos centrales de las cumbres del G-20

Salvar bancos es un problema instrumental, no finalista. Se trata nada menos que de consolidar los ahorros de sus clientes para que no se genere un pánico bancario como el de la quiebra de Lehman Brothers, y que fluya el crédito para que funcione la economía con normalidad. Pero desde que comenzó la Gran Recesión la principal secuela que ha dejado en el mundo es el aumento del paro, el subempleo y el desaliento de mucha gente que se está quedando atrás en la distribución de la renta, la riqueza y el bienestar. Los movimientos de los indignados, todavía incipientes, indican que se está pasando de una fase de ansiedad y miedo a otra de cólera entre quienes están, a la vez, «superpreparados y superdesempleados», como declaraba uno de los participantes en Ocupa Wall Street. Los mandatarios del G-20 han de estar atentos a su pérdida de legitimidad entre muchos ciudadanos que se sienten frustrados por un sistema político que no les acoge y al que crecientemente califican de fallido, corrupto, indiferente e irresponsable. Obama decía que «la protesta genera frustración». Ello significa hablar de democracia y no solo de economía.

En la reunión que hace unos días tuvieron los ministros de Trabajo del G-20 se presentó un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), hoy ambas dirigidas por dos latinoamericanos. En él se hacía un recorrido por el mapa del paro en el mundo y se manifestaban algunas tendencias preocupantes: 200 millones de desempleados, de los cuales 30 se han generado en estos años de crisis; 1.200 millones (el 40% de la fuerza laboral en el mundo) de trabajadores vulnerables por las condiciones en que laboran o por los escasos emolumentos que cobran; incremento del paro de larga duración y expulsión de los que lo padecen del sistema de protección del seguro de desempleo en los países en que existe. Y lo más significativo: el paro de los menores de 24 años dobla el porcentaje general: 80 millones de jóvenes no tienen puesto de trabajo y 150 millones (el 28% del total) trabajan, pero permanecen en la pobreza, dado lo ridículo de sus emolumentos. La OIT y la OCDE daban la alarma sobre una «generación perdida».

Si los jóvenes no trabajan se descapitalizan las sociedades a las que pertenecen: se pierde la inversión en educación que se ha hecho a lo largo de décadas, los Estados no perciben los aportes necesarios para mantener un sistema de Seguridad Social basado en el esquema de la solidaridad intergeneracional y, a sensu contrario, tienen que aumentar el gasto público en servicios de apoyo a los perjudicados por no trabajar.

El objetivo político consiste en generar esos 30 millones de puestos de trabajo perdidos en la crisis, más los 170 millones anteriores a la misma, más los imprescindibles para dar un lugar en el sistema de producción y en la sociedad inclusiva a los millones de jóvenes que todos los años se incorporan al mercado de trabajo. Ello, si se quiere evitar una mayor deslegitimación política y que la crisis económica devenga en una crisis social, de imprevisibles consecuencias. La prioridad debe ser incorporar el empleo y su calidad a los objetivos centrales de las cumbres del G-20 y a los estatutos de los bancos centrales. Ello dará la medida de la voluntad política para atajar el problema central de las democracias y evitar esa década perdida que comienza a parecer irremediable.

CARLOS E. CUÉ – Madrid – 08/10/2011

 
Mariano Rajoy es un hombre tan pragmático que casi nunca hace nada que no sea estrictamente necesario para sus fines, en este caso la victoria electoral. Sus principales asesores, entre ellos el más importante, Pedro Arriola, están convencidos de que el PP no necesita en este momento dar mensajes nítidos y llenar el espacio político con propuestas suyas. Así que el líder, al contrario de lo que prometió hace un par de meses, cuando se convocó este cónclave, ha decidido hacer algo inédito: una convención programática en la que no se presenta el programa, que no está ni estará hasta finales de mes.
No es que Baudilio Tomé, su redactor, no haya llegado a tiempo. Es que Rajoy ha decidido posponerlo todo lo posible, porque no quiere que el debate se centre ahora en sus compromisos -entre ellos temas polémicos como aborto o matrimonio homosexual, y muchos otros-. Además hay otros motivos, dicen en su entorno: la situación económica es tan cambiante que es mejor esperar antes de hacer promesas.

La convención, vaciada por tanto de contenido muy definido, se ha convertido así en una especie de enorme plató de televisión, donde pasan uno detrás de otro todos los dirigentes que son algo en el PP -los que gobiernan- o los que aspiran a serlo en el próximo Gobierno de Rajoy.

Elogios al líder

Una especie de interminable aplausómetro -el extremeño José Antonio Monago se llevó sin duda el premio con su tono mitinero- en el que algunos plantearon debates concretos y reflexiones, aunque la mayoría de los 37 dirigentes que intervinieron lanzaron mítines y soflamas contra el PSOE y piropos y muestras de adhesión al líder y al partido. Tan lejos llegó Dolores de Cospedal en sus flores a Rajoy que Ramón Luis Valcárcel ironizó: «Yo no tengo que hacerle la pelota a nadie porque no voy en las listas». Cospedal tampoco, pero ese asunto, el de las listas, era el que centraba los corrillos -se da por seguro que Alberto Ruiz-Gallardón estará en la de Madrid- y no las difusas propuestas del PP.

Y todo, a mes y medio de las elecciones, en una situación económica catastrófica y con un evidente interés por saber qué tipo de cuestiones plantea el partido que según todas las encuestas va a gobernar España. Los dirigentes más cercanos al líder señalaban que lo importante es su discurso de hoy, que sí contendrá propuestas, ideas, un esbozo de proyecto político.

Si el cónclave no tuvo mucho contenido en público, sí lo tuvo en privado. Todos los presidentes autonómicos se acercaron a Rajoy para explicarle sus problemas financieros y decirle que no pueden hacer sus presupuestos porque no saben con cuánto dinero contarán en 2012. Esto es, le pidieron ayuda cuando gane, y que haga inmediatamente el decreto para modificar los Presupuestos. «No conocemos nuestro suelo de ingresos» porque depende de los Presupuestos del Estado, le explicaron. Rajoy, según varios de ellos, no se comprometió a nada. Cristóbal Montoro les pidió que sean «prudentes», esto es, que no comprometan muchos gastos porque no habrá mucho dinero.

La expectación de esta convención es máxima con el PP a punto de alcanzar el poder. Hay hasta 29 embajadores. Era llamativo encontrarse al embajador francés o al de Israel escuchando distraídos una sucesión de mítines y críticas al Gobierno de Zapatero. El PP, que preconiza la transparencia, no ha informado del coste de la convención. La de Sevilla, dice, costó unos 190.000 euros. Y eso excluyendo el gasto principal: transporte y alojamiento.

El PP promete condenar a cadena perpétua